(publicado por La Voz del Interior)
Tres historias movilizadoras. Tres madres dispuestas a todo. Tres mujeres que se las arreglaron para abandonarse un poco a sí mismas y pensar en una transformación colectiva. Fueron, en su oportunidad, mujeres distinguidas por la comunidad y La Voz del Interior como Cordobesas del Año.
Y para conmemorar el Día del Mujer que se celebra mañana, el Círculo de Anunciantes de La Voz del Interior las reunieron otra vez para que repasen en voz alta sus historias.
Mónica Tobares (Cordobesa 2008), Silvia Pérez Funes (Cordobesa 2011) y Sandra Meyer (Cordobesa 2010) compartieron un té con un grupo de 50 mujeres que ocupan puestos directivos en empresas constructoras, shoppings , concesionarias, metalúrgicas, alimenticias, agencias de viajes, desarrollistas, medios de comunicación y servicios varios, entre otros.
Mónica perdió a Fabián, su bebé de 13 meses, cuando no supo dimensionar la gravedad de una fiebre. Eso sucedió varios años atrás. Hoy, logró levantar un dispensario y estudió enfermería. “Pude colocarles el DIU a 14 mujeres”, cuenta. La que menos hijos tenía contaba cuatro. Agradece a su esposo desde hace 25 años. “No es fácil que te acompañen tanto, que te dejen ir varios días”, dice.
Ahí falta de todo: medicamentos, comida, ropa, zapatos.
Silvia se desarma cuando cuenta las cosas que logró hacer con los chicos con capacidades diferentes. Es profesora de natación, pero la hora de la pileta es la excusa: los lleva y los trae en su Fiat 1500, cocinan pizzas en su casa, los acerca a un bar, los escucha. Ahora está organizando una maratón para juntar fondos para ser sede de torneos internacionales de natación. Sueña con un terreno propio para construir un club, y, porqué no, con pileta.
Cuando Sandra habló el auditorio completo la acompañó con sus lágrimas. Hace apenas dos navidades que perdió a Juan, su hijo de 13 años de una manera absurda. Admite que ha logrado cambiar la conciencia ciudadana respecto de la ciudad, que las propias empresas solucionan las fallas cuando advierten que están en el sitio de la Fundación Relevando Peligros, aunque
falta todavía la respuesta del Municipio. La sede de la Fundación es su casa. “Se corrió el hogar”, dice con tristeza. No logró recuperar aún el cañón y notebook que le robaron. Sueña con una oficina.
miércoles, 7 de marzo de 2012
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